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Buda de oro


En el budismo, los seis reinos del samsara o seis reinos de existencia a la subdivisión de los seres sintientes en seis grandes categorías de existencia.

Contexto[]

Pertenecen a los diez reinos espirituales, formando parte de la creencia budista de que existen diez condiciones en la vida a los que los sentimientos están sujetos y que experimentan en cada momento.

En el budismo se considera que no solo los humanos están dotados de conciencia mundana, esto es: la capacidad de sentir placer y sufrimiento, sino que también la tienen los animales y otros seres que habitualmente no interactúan con los humanos.

Si bien existen dos formas tradicionales de clasificar los tipos de existencia, la más frecuentemente descrita es ésta de los seis reinos. Su contraparte, la división en planos o avacaras, suele emplearse más bien como un refinamiento de esta división fundamental en seis categorías.

Seis reinos[]

Los seis reinos de existencia mundana son:

  • Reino humano, también conocido como Reino Manuṣya, esta basado en el deseo, pasión y duda.
  • Reino asura, el reino de los semidioses, caracterizados por su ira, arrogancia y tendencias bélicas.
  • Reino de los devas, el reino de los dioses, dotados de felicidad y orgullo.
  • Reino animal, o Tiryag-yoni, determinados por la estupidez y prejuicio.
  • Reino de los pretas, el reino de los espíritus hambrientos, el estado de ser posesivo y el de deseo
  • Reino de los narakas (o reino de los nirayas), equivalente al infierno, el reino del sufrimiento.

El budismo sostiene que la conciencia se encuentra confinada en un ciclo de nacimientos sucesivos, denominado samsara, el cual contempla pasar por todas estos reinos, una y otra vez, hasta alcanzar la iluminación.

En el budismo majaiana se hace hincapié en que las enseñanzas deben ser demostrables. En este caso, aparte del contacto directo que algunos privilegiados pueden tener con seres pertenecientes a otros tipos de existencia diferentes de la humana y animal, se considera como evidencia la memoria de vidas pasadas bajo esas formas de existencia que desarrollan algunos meditadores muy avanzados. En particular se dice que el Buda, en el momento de su iluminación, fue capaz de recordar todas sus vidas pasadas, las cuales contemplaban estadías en todos estos seis reinos de existencia.

Reino humano (budismo)[]

En el budismo, el Reino humano es el tipo de existencia que tienen los seres humanos y se trata de uno de los seis reinos de existencia por los cuales deambula la conciencia, un nacimiento tras otro, en el ciclo conocido como samsara.

El Reino humano se diferencia de los demás reinos porque es el único en el que se alberga la posibilidad de alcanzar la iluminación plena o nirvana.

Junto con el reino de los animales constituyen los dos reinos de existencia terrena visible, aunque se acepta que seres de los otros cuatro reinos pueden cohabitar el mismo espacio, aunque de ordinario no resulte posible interactuar con ellos.

En términos muy aproximados se dice que los seres humanos tienen una esperanza de vida del orden de cien años, en contraste con otros tipos de existencias que permiten vidas muchísimo más prolongadas.

Dada la peculiaridad de este reino, en el sentido que para alcanzar la budeidad, el ser debe completar su realización en él, usualmente se habla del "precioso cuerpo humano" para referirse a esta cualidad singular. Según la tradición tibetana, la probabilidad de nacer en el reino humano es inferior a la de que una tortuga ciega emerja a la superficie justo cuando su cabeza se encuentre exactamente en el centro de un anillo flotador que está a la deriva.

Asura (budismo)[]

Saltar a: navegación, búsquedaAsura es una palabra en idioma sánscrito que en el budismo hace referencia al peldaño más bajo del rango de dioseses o semidioses de la cosmología budista.

En el hinduismo los asuras eran seres sedientos de poder, que terminaron siendo considerados demoníacos o pecaminosos.

En la religión zoroástrica o mazdeísta de Persia, los asuras o ahuras fueron asociados a Ahura Mazda con las fuerzas del bien o como ángeles.

Orígenes[]

Los asuras del budismo derivan de los asuras del hinduismo, pero han adquirido varios mitos distintivos a partir de características que sólo existen en los textos budistas.

En este contexto budista, la palabra se puede traducir como el Titán de la mitología de la antigua Grecia o como un semidiós, aunque esta definición no es del todo satisfactoria. La analogía más cercana en las tradiciones europeas pueden ser los jötnar de la mitología escandinava, que van desde semi-divinidades hasta monstruos y suelen tener guerras contra los dioses, aunque en ocasiones se casan con ellos. También se puede traducir como gigantes.

Carácter de los asuras[]

Mientras todos los dioses del Kāmadhātu están sujetos a pasiones en algún grado, los asuras han llegado a ser adictos a éstas, especialmente al orgullo, la belicosidad, la ira o la vanidad.

Debido a sus pasiones, el renacimiento en asura se considera uno de los cuatro nacimientos desdichados (junto con el renacimiento en animal, en el reino de los Pretas o en el reino Naraka). El estado de un asura refleja el estado mental de un humano obsesionado con la fuerza y la violencia, siempre buscando una excusa para entrar en guerras y conflictos, enfadados con todo el mundo e incapaces de mantener la calma o solventar problemas pacíficamente.

En términos de poder, los asuras se encuentran por encima de los humanos pero por debajo de los demás dioses. Viven en la región al pie del monte Sumeru y al menos parcialmente en el mar que le rodea.

En la cosmografía popular del Bhavachakra, los asuras se ven como la sexta etapa de la existencia y algunas veces agrupada con la de los devas. Originariamente, la versión fue la de las cinco etapas, convertidas en seis en el Tíbet por la autoridad de Je Tsongkhapa.

Los líderes de los asuras son los Asurendra (en sánscrito indra significa ‘rey’), que en idioma pāli se transformaron en Asurinda). Hay varios tipos de Asurendra, ya que los asuras se dividieron en diferentes tribus o facciones, entre las que encontramos los asuras dānaveghasa y los asuras kālaka añyakas. Los líderes principales son Vemachitrin, Rajú (también llamado Verocha o Veróchana) y Pajārāda.

Reino de los Deva[]

(Redirigido desde Reinos de los devas)Saltar a: navegación, búsquedaEn el ámbito de la mitología budista, el Reino de los Devas es uno de los Seis Reinos de Existencia por los cuales, según el budismo, deambula la conciencia, un nacimiento tras otro, en el ciclo conocido como samsara.

La palabra deva suele traducirse como dios, sin embargo cabe señalar que los devas budistas (como los hinduistas) no son seres omniscientes ni todopoderosos, y ni siquiera son inmortales. Para los budistas, los devas son seres que habitan diferentes "cielos" donde gozan de múltiples placeres en recompensa a sus buenas acciones anteriores, ya que aún no han superado los niveles kármicos y están sujetos a nuevos renacimientos.

Cielos superiores e inferiores[]

Los «cielos» donde residen los devas se suelen subdividir en cielos superiores e inferiores. Los cielos superiores se remiten a los planos rupa (‘con forma [material]’) y arupa (‘sin forma [material]’).

Los cielos inferiores se encuentran, al igual que las otras cinco formas de existencia (incluidos humanos y animales) en el kama avachara. Estos seis cielos inferiores son:

  • Cielo de los Cuatro Reyes Deva
  • Trayastrimsa
  • Yama Deva
  • Tushita
  • Nirmanarati
  • Paranirmitavasavartin

Los cuatro primeros son denominados a veces colectivamente «cielos celestes» para diferenciarlos de los dos últimos o «cielos terrestres».

La esperanza de vida de un deva es de un mínimo de nueve millones de años, alcanzando los más longevos duraciones prácticamente inconcebibles desde la perspectiva humana. Para describir lapsos de tiempo tan largos los budistas recurren a una unidad de tiempo denominada kalpa.

Reino animal (budismo)[]

Saltar a: navegación, búsquedaPara el reino de clasificación científica de seres vivos, véase Animalia.

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Reino animal es la designación por la que se conoce al tipo de existencia que tienen algunos animales y se trata de uno de los seis reinos de existencia.

Lo primero que resulta necesario aclarar es que el lenguaje científico y la terminología budista difieren, ya que, por ejemplo, el ser humano es considerado un animal usando la primera acepción pero no la segunda ni la tercera.

De acuerdo al budismo, los animales generalmente incluidos en este reino son todos los seres vivos visibles pertenecientes a especies dotadas filogenéticamente de la capacidad de desplazamiento. Esto ciertamente incluye a la totalidad de los vertebrados y buena parte de los invertebrados, incluyendo a los insectos. Esta concepción implica que causar daño o muerte a este tipo de seres es considerado por el budismo como algo negativo en un sentido kármico, especialmente si es hecho a propósito o con premeditación.

Por lo general, los seres vivos no son de mucha locomoción, tales como los animales, no son incluidos en esta categoría por los budistas. En consecuencia los budistas no suelen considerar que causar daño o muerte a un vegetal sea algo negativo en un sentido karma. De esta creencia proviene la predilección budista por la dieta vegetariana, aunque no todas las escuelas o linajes son igualmente estrictas en este sentido.

De igual forma, los seres vivos no visibles sin medios artificales, tales como los microorganismos, tampoco son considerados animales y, por lo mismo, su alteración o eliminación no es considerado algo negativo en un sentido kármico. Por este motivo, los budistas no ven problemas éticos en el empleo de antibióticos.

En el budismo majaiana, vertiente en la que se hace hincapié en que las enseñanzas deben ser demostrables, últimamente se ha despertado un notable interés por compatibilizar esta concepción con los descubrimientos científicos contemporáneos, razón por la cual maestros budistas tan respetados como el XIV Dalái Lama se han mostrado muy curiosos acerca de lo que la ciencia pueda aportar para dilucidar si un ser vivo está dotado o no de conciencia, tal como la entiende el budismo.

Preta[]

(Redirigido desde Reino de los pretas)Saltar a: navegación, búsquedaEn el marco de las mitologías budista hinduista y jaina, un preta es un tipo de espíritu atormentado, el alma de un fallecido.

Contenido[]

Etimología[]

La palabra sánscrita preta deriva de pra-ita, literalmente ‘alguien que se ha ido’. Originalmente se refería a los espíritus de los muertos. Más tarde en la época puránica y budista, el término quedó confinado a un tipo de espíritu malvado e infeliz.

Palabras que contienen «preta»[]

  • Preta Adhipa Nagarí es la ciudad de Preta Adhipa (Iama, el dios de la muerte).
  • preta aiana: el ‘sendero de los muertos’; nombre de un infierno particular.1
  • preta anna: comida que se le ofrece a una persona fallecida.2
  • preta asthi: ‘huesos de muerto’ (siendo preta: ‘cadáver’ y asthi: ‘huesos’).
  • Preta Asthi Dharin (‘el que sostiene huesos de cadáveres’, siendo dhārī: ‘el que sostiene’) es un nombre del dios Shivá.3
  • Preta Bhakshini: ‘comedora de cadáveres’, nombre de la diosa Kali.
  • Preta Chari: ‘el que vaga entre los muertos’, nombre del dios Sivá.4
  • preta gopa: ‘guardián de los muertos’ (en la morada de Iama).5
  • preta grija: ‘casa de muertos’, un crematorio.
  • preta kāia: cuerpo de un muerto.
  • Preta Natha: ‘señor de los muertos’, nombre de Iama (el dios de la muerte).
  • Preta Pati: ‘líder de los muertos’, nombre de Iama (el dios de la muerte).
  • Preta Pura, o Preta Puri: ‘ciudad de los muertos’, la morada de Iama.

Concepto de preta[]

En la mitología budista, el reino de los pretas, también conocido como el «reino de los espíritus hambrientos», se basa en el estado de ser posesivo y en el deseo.

Preta (en sánscrito), peta (en idioma pāḷi), yi.dvags (en idioma tibetano) es el nombre de un tipo de ser sobrenatural descrito en los textos del budismo, del hinduismo y del jainismo que soportan más sufrimientos que los humanos, particularmente del hambre y de la sed en un grado extremo. A partir del chino se traducen a menudo como ‘espíritus hambrientos’, lo que a su vez deriva de las fuentas indias tardías, generalmente seguidas por el budismo majaiana. En textos más antiguos del budismo (como el Petavatthu), son mucho más variados. Las descripciones de abajo se aplican principalmente a su contexto restringido.

Se cree que un preta fue una persona envidiosa o avara durante su vida previa como ser humano. Como resultado de su karma, padece un hambre insaciable de una sustancia determinada o por un objeto (tradicionalmente, algo repugnante o humillante, como cadáveres humanos o materia fecal, aunque en historias más recientes puede ser cualquier cosa estrambótica).

En las versiones tibetanas del texto Bhava chakra son dibujados con cuellos delgados para representar esta condición.

Relaciones entre los pretas y los humanos[]

Los pretas generalmente son vistos como poco más que pequeñas molestias causadas a los mortales, a menos que su deseo se dirija hacia algo vital, como la sangre. Sin embargo, en algunas tradiciones, los pretas tratan de evitar que otros satisfagan sus propios deseos, valiéndose de la magia, las ilusiones, o los disfraces. También pueden volverse invisibles o cambiar sus caras para asustar a los mortales.

Sin embargo, los pretas generalmente son considerados como seres dignos de compasión. Así, en algunos monasterios budistas, los monjes les dejan comida, dinero o flores antes de las comidas.

Tradiciones locales[]

En Japón, la palabra preta es traducida como gaki 餓鬼 (‘fantasma hambriento’).

Desde 657, algunos budistas japoneses guardan un día especial a mediados de agosto para recordar a los gaki. Se cree que, a través de ofrendas y oraciones (segaki), los pretas pueden ser liberados de su tortura eterna.

En japonés moderno, el término gaki se usa para referirse a los niños malcriados. En un juego de persecución, el perseguidor puede ser conocido como gaki.

Reino de los Narakas[]

(Redirigido desde Reino naraka)Saltar a: navegación, búsqueda[1][2]Una representación del infierno budista.En el marco del budismo, Naraka es el vocablo sánscrito correspondiente al inframundo. Literalmente significa ‘humano’ o ‘del ser humano’ (siendo nara: ‘ser humano’ y ‘varón’. Según el budismo, el hinduismo, el sijismo y el yainismo, Naraka es un sitio de tormento.

  • Naraka (नरक), en sánscrito
  • Niraya (िनरय), en palí
  • Nárók (นรก), en thai
  • Neraka, en malayo)
  • Naraku (奈落), en japonés
    • Jigoku, variante en japonés
  • Narak (나락), en coreano
    • Jiok, variante en coreano
  • Nàlùojiā (捺落迦), en chino
    • Dì Yù (地獄), variante en chino
    • 那落迦, variante en chino
  • Dmyal Ba (དམྱལ་བ་), en tibetano

En Malasia, la palabra Neraka (corrupción de Naraka) se adoptó para describir el infierno en idioma malayo, aunque la población es predominantemente musulmana.

Naraka es el nombre dado a uno de los seis reinos de existencia de mayor sufrimiento en toda la cosmología budista.

Naraka se traduce generalmente al español como infierno o "purgatorio". Los Narakas de la religión budista están estrechamente relacionados con 地獄 Di Yu, el infierno en la mitología china. Un Naraka difiere de los infiernos de tradición occidental en dos aspectos. Primero, los seres no son enviados al Naraka como resultado de un juicio divino con su correspondiente castigo; segundo, la estancia en el Naraka no es eterna, aunque suela ser muy larga.

Según el budismo, un ser nace en un Naraka como resultado directo de su karma previo (consecuencia de sus pensamientos, sus palabras y sus acciones), y reside en él por un período determinado, hasta que su karma haya alcanzado su resultado final. Después de que su karma negativo termine y se agote, podrá renacer en alguno de los mundos superiores como resultado de un karma anterior que no había madurado todavía.

La mentalidad de un ser en el infierno correspondería a un estado de extremo terror, desamparo y angustia en un humano.

Físicamente, el reino Naraka se encuentra a lo largo de una serie de redes de cavernas que se extienden por debajo del Yambu Dwipa (el mundo humano ordinario) en el interior de la Tierra. Hay diferentes maneras de enumerar los distintos Narakas y describir sus tormentos. Una de las más comunes es la de los Ocho Narakas Helados y los Ocho Narakas Ardientes, que se describen más abajo.

Contenido[]

Narakas Helados[]

Arbuda El Naraka "ampolla". Es una oscura y congelada llanura rodeada de montaña heladas y continuamente barrida por ventiscas. Los habitantes de este mundo nacen directamente siendo adultos y soportan una larga vida desnudos y solos, mientras que el frío les provoca quemaduras y ampollas por todo el cuerpo. Se dice que la duración de una vida en este Naraka es la que se necesitaría para vaciar un barril de semillas de sésamo si sólo se tomara un grano cada cien años.
Nirarbuda El Naraka "ampolla abierta". Este Naraka es todavía más frío que el anterior, y aquí las ampollas se abren, dejando a los seres que lo habitan con sus cuerpos helados y cubiertos de sangre y pus.
Aṭaṭa El Naraka de los escalofríos. En él, los seres sufren un frío terrible, y el sonido que producen con sus bocas al temblar (aṭ-aṭ-aṭ) le da el nombre al Naraka.
Havaha El Naraka de la lamentación. Los seres se lamentan enmedio del frío, pronunciando ha, ho de dolor.
Huvuhu El Naraka de los dientes castañeantes. En este Naraka, los seres tiemblan y castañean sus dientes de forma continua, produciendo el sonido hu hu.
Utpala El Naraka del "loto azul". Aquí, el frío intenso provoca que la piel se vuelva de color azul como el color del nenúfar utpala
Padma El Naraka del "loto". En este Naraka las ventiscas rompen la piel congelada, abriendo heridas de sangre y carne cruda.
Mahāpadma El Naraka del "gran loto". En él, el cuerpo entero termina por romperse en piezas, quedando los órganos internos expuestos también al frío, y rompiéndose ellos también más tarde.

Cada vida en estos Narakas es veinte veces más larga que la anterior.

Narakas Ardientes[]

Sañjīva El Naraka "del resucitado". En este Naraka, el suelo está hecho de hierro al rojo vivo, calentado por un inmenso fuego. Se renace siendo adulto directamente, en un estado de miedo y miseria. Tan pronto como el ser comienza a tener miedo de sentirse perjudicado o dañado por los otros seres que lo acompañan, empiezan a atacarse unos a otros con unas cuchillas o garras de acero que aparecen en el lugar. Otras fuentes indican que son los guardias de Yama los que atacan a los seres con una amplia variedad de armas terribles. Una vez el ser comienza a sentir la inconsciencia que sigue al fallecimiento, recuperan repentinamente las fuerzas y la salud, y el ataque comienza de nuevo. Otras torturas que también se pueden experimentar en este Naraka incluyen el morir calcinados al arrojarles metal fundido, ser descuartizados, y sufrir debido a la altísimas temperaturas del propio suelo. La vida en este Naraka dura unos 162*1010 años. Se dice que está 1000 yojanas por debajo del Jambudvīpa y 10.000 yojanas en cada dirección.
Kālasūtra El Naraka "de líneas/hilos negros". En él, aparte de los tormentos antes nombrados, se incluye el de dibujar líneas negras a lo largo del cuerpo del condenado, tras lo cual los sirvientes de Yama cortan el cuerpo siguiendo las líneas con ardientes sierras y afiladas hachas. La vida en este Naraka tiene una duración de 1.296*1010 años.
Saṃghāta El Naraka "del aplastado". Este Naraka también tiene el suelo de hierro al rojo vivo, pero está rodeado de enormes montañas de rocas que se estrellan unas contra otras y caen, aplastando a los seres, y dejando una masa sanguinolenta debajo de los escombros. Las rocas vuelven a colocarse en su posición original, y el ser se recupera de nuevo, repitiéndose el proceso una y otra vez. Una vida en este Naraka suele durar unos 10.368*1010 años.
Raurava El Naraka "del grito". Aquí los seres corren, huyendo de los anteriores tormentos, y sobre todo del suelo ardiente. Cuando encuentran un refugio, quedan encerrados dentro, mientras unas llamaradas rodean la estructura, oyéndose desde fuera los gritos de los seres atrapados mientras se consumen lentamente. La vida en este Naraka tiene una duración de 663.552*1010 años.
Mahāraurava El Naraka "del gran grito". Similar al anterior, pero con castigos y dolor más grandes. La vida aquí suele durar unos 5.308.416*1010 años.
Tapana El Naraka "del calor". En este Naraka los sirvientes de Yama empalan a los condenados con lanzas ardientes, hasta que las llamas salen a través de la boca y la nariz. La vida en este Naraka dura 5.308.416*1010 años.
Pratāpana El Naraka "del gran calor". Las torturas son parecidas a las del Naraka Tapana, pero aquí los seres son atravesados de una forma aún más sangrienta, usando tridentes. Este Naraka tiene una duración de 42.467.328*1010 años. Se ha dicho que es la mitad de un kalpa.
Avīci El Naraka "ininterrumpido". Aquí, los condenados se asan en enormes hornos con gigantescas llamaradas y con un sufrimiento terrible. La vida en este Naraka es de 339.738.624*1010 años. Se considera como la duración de un kalpa (eón)

Otros Narakas sin definiciones tienen enormes listas de tormentos y vías de sufrimiento. Algunas fuentes hablan de centenares o incluso centenares de miles de Narakas diferentes. En algunos textos budistas chinos los nombres y tipos de Narakas fueron elaborados en una gran variedad de formas distintas.

Los sufrimientos de los moradores del Naraka pueden recordar en ocasiones a los que sufren los Pretas, lo que puede llevar al error de confundirlos. La distinción es bastante simple; Los seres del Naraka viven en el inframundo, en el mundo subterráneo, mientras que los pretas viven en la Tierra, por lo que son libres.

Naraka en la literatura budista[]

Las descripciones del Naraka suelen ser parecidas en las diferentes fuentes budistas de comentarios y literatura popular, fundamentalmente en forma de advertencia del destino que le podría deparar a los malvados, y un aliciente para llevar una vida virtuosa.

El Sutra Mahāyāna del Bodhisattva Kṣitigarbha (Dìzàng o Jizō) describe gráficamente el sufrimiento en el Reino Naraka y explica cómo la gente puede transferir sus méritos para poder mitigar el sufrimiento de los seres que se encuentran en él.

Una cuento tradicional del budismo chino sobre Mulian explica cómo este discípulo de Buda viajó espiritualmente al Naraka para ayudar a su madre, la cual había renacido allí, para que obtuviese un mejor renacimiento.

El monje japonés Genshin comenzó su Ōjōyōshu (‘Fundamentos para la salvación’) con una descripción del sufrimiento en el Naraka. Los textos tibetanos Lamrim también incluyen descripciones similares.

Los textos budistas chinos extienden considerablemente sus descripciones sobre el Naraka (Di Yu), añadiendo detalles de los Narakas y sus penitencias, y expandiendo el rol de Yama y sus ayudantes, Cabeza de Buey y Cara de Caballo. En estos textos, el Naraka se convierte en una parte integral del sistema burocrático del otro mundo, reflejando la administración imperial china de la época.

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